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UNA HABITACIÓN PROPIA

-Virginia Woolf

 

“Lo que entendemos por integridad en el caso de un novelista, es la convicción que experimentamos de que nos dice la verdad”

 

Sinopsis del libro

La contribución de una exquisita narradora al siempre polémico asunto del feminismo.

En 1928 a Virginia Woolf le propusieron dar una serie de charlas sobre el tema de la mujer y la novela. Lejos de cualquier dogmatismo o presunción, planteó la cuestión desde un punto de vista realista, valiente y muy particular. Una pregunta: ¿qué necesitan las mujeres para escribir buenas novelas? Una sola respuesta: independencia económica y personal, es decir, Una habitación propia. Sólo hacía nueve años que se le había concedido el voto a la mujer y aún quedaba mucho camino por recorrer.

Son muchos los repliegues psicológicos y sociales implicados en este ensayo de tan inteligente exposición; fascinantes los matices históricos que hacen que el tema de la condición femenina y la enajenación de la mujer en la sociedad no haya perdido ni un ápice de actualidad.

Partiendo de un tratamiento directo y empleando un lenguaje afilado, irónico e incisivo, Virginia Woolf narra una parábola cautivadora para ilustrar sus opiniones. Un relato de lectura apasionante, la contribución de una exquisita narradora al siempre polémico asunto del feminismo desde una perspectiva inevitablemente literaria.

 

Mi reseña 🙂 

 

¡Continuamos con nuestro especial de mujeres en el blog! Cuando estaba seleccionando los títulos que compartiría para este mes, sabía que este no podía faltar.

Una habitación propia es un ensayo exquisito en el que la autora reflexiona profundamente sobre las mujeres y la literatura, dos temas que le apasionan. Lo desarrolló con una serie de reflexiones y cuestionamientos tan inteligentes como necesarios, en los que la escritora te estimula a que profundices en los tuyos y encuentres tus propias respuestas, tu propia voz. A ti misma. Porque como ella dice elocuentemente: “No es necesario apresurarse. No es necesario brillar. No es necesario ser nadie más que uno mismo”

Virginia Woolf sostiene que “Una mujer debe tener dinero y una habitación propia para poder escribir novelas”, y en el texto va tejiendo los pensamientos que le llevaron a esta conclusión, llevándonos a sitios a los que yo no hubiera imaginado que guardaba relación con la escritura y las mujeres. Aunque ya han pasado muchos años de la publicación de este libro y las mujeres hemos ido ganando terreno y explorando temas y estilos de escritura que eran considerados exclusivamente masculinos, aún tenemos un largo camino que recorrer para seguir conquistando un lugar en la literatura.

Mientras mis ojos recorrían estas líneas, pude percibir que Virginia era una mujer empoderada y tenía una profunda conciencia de ello, sin permitir que su lugar privilegiado le hicieran perder de vista a la mayoría de las mujeres sin posibilidades de explotar como los hombres su habilidades con la pluma y mostrando una gran empatía e invitándonos a hacerles justicia a todas esas mujeres cuyos talentos nunca se desarrollaron, y, si lo hicieron, nunca salieron a la luz o lo hicieron en forma de anónimos. ¿Cómo hacerles justicia? Escribiendo nosotras, sin pretender la aceptación o el agrado del público lector. Siendo nosotras mismas. Quizá esta última frase pueda sonar a algo fácil, pero no lo fue en absoluto para muchas escritoras antiguas, que no conseguían escribir con  pureza, puesto que su rabia e indignación también se veían plasmadas en sus textos. La injusticia de su vida es palpable en sus palabras y en su obra.

Este ensayo feminista no nació como un libro, sino que es una transcripción de varias conferencias que realizó Virginia, en las que le solicitaba que hablara sobre la mujer y la novela. Así de simple y así de complejo.

Al principio me costó entenderla porque divaga un poco en sus reflexiones y me costaba seguirle el paso (es el primer libro que leo de ella, por lo que no estaba familiarizada con su estilo de escritura), pero una vez que me tomó del cuello, ya no me soltó.

El género literario de ensayo lo respeto mucho e intento irme con cuidado con ellos. Como que me intimidan al principio, pero ya estoy empezando a tomarles más gusto, sabor y confianza, así que no puedo esperar para seguir leyendo otros.

Al leer este ensayo, casi casi podía escuchar los clics en mi cabeza. Ahora entiendo porqué es un ícono del feminismo y el eco de sus textos resuenan por todas partes. Es una lectura que te despierta algo que estaba dormido, pero cuando lo haces consciente, sabes que siempre estuvo ahí, esperando un estímulo para despertar…

Siento una ligera frustración al darme cuenta de que nada de lo que yo pueda decir sobre este increíble libro le hará justicia ni estará a su altura. Me resultan insípidas mis palabras. Pero como mi esencia de lectora es la que dirige mis pensamientos para plasmarlos aquí y entre lectores nos entendemos bien, pienso que podré transmitir que este es un libro que no te puedes perder y ampliará tu visión, tus horizontes, tu manera de mirar. Palabra que lectora que es un libro de 5 (bueno, 6) estrellas.

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“¿Por qué no celebrar la catástrofe, fuese cual fuese, que destruyó la ilusión y puso la verdad en su lugar?”

 

 

 

 

 

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